Cinco Días, 9 y 10 de noviembre de 2019.

Rodrigo Madrazo García de Lomana, Madrid.- "La responsabilidad social de la empresa es incrementar los beneficios” postulaba Milton Friedman en 1962. Esta visión ha sido dominante en el mundo de los negocios desde entonces. 

Pero las cosas están cambiando. Muchos trabajadores, particularmente los jóvenes, muestran su predilección por incorporarse a compañías que imprimen un sello social a su actividad. Entre los consumidores es habitual observar comportamientos éticos que redundan en la selección de determinados productos y marcas, como los del comercio justo.