José Luis Curbelo y Miguel Ángel Ladero, Presidente y Director de Inversiones de COFIDES.

Madrid, 17 de mayo de 2020.

La crisis derivada del COVID-19 está teniendo consecuencias severas en empresas de todos los tamaños y en los tejidos productivos de todos los países, que están diseñando programas ambiciosos para preservar el mayor número posible de empresas. El gobierno español ha puesto a disposición de las empresas y autónomos un programa de garantías a través de ICO y CESCE para paliar sus tensiones de liquidez de corto plazo. Este programa podría ser insuficiente a medio plazo, ya que la actividad mermada durante un período prolongado traerá consigo el deterioro estructural de sus balances. Para competir con solvencia cuando la situación mejore, las empresas necesitarán instrumentos financieros que, complementando las líneas de liquidez, contemplen las necesidades de recursos de largo plazo, la casuística relativa al tamaño de la empresa, su carácter estratégico o el vehículo para llegar eficientemente al destinatario. Es recomendable diseñar una versión-2 del programa de apoyo a la sobrevivencia competitiva del tejido empresarial.

Una posible inspiración sobre su contenido puede encontrarse en el programa alemán (Escudo para la protección del tejido empresarial), por la lógica de su diseño y el mensaje de protección integral que transmite a los empresarios, especialmente los más vulnerables, asegurándoles que la superación de su crisis de liquidez desembocará en la posibilidad de financiaciones públicas estructurales para financiar necesidades de nueva inversión.

Para autónomos y micro-pymes contempla líneas de liquidez inmediata no reembolsable de entre 9.000 y 15.000 euros trimestrales para gastos corrientes. Se ejecuta a través de los Länder y Ayuntamientos, que pueden incrementar las aportaciones. Es un programa escalable según la duración de la crisis.

Para PYMEs y gran empresa, el banco público alemán (KfW) avala los créditos de la banca comercial. Distingue cuatro situaciones: 1) Liquidez inmediata hasta 800.000€ para empresas de hasta 50 empleados, con garantía del 100%, plazo máximo 10 años y tipo de interés fijo del 3%. 2) Hasta €1.000 MM para gasto corriente y nuevas inversiones, plazo máximo 10 años, 80/90% de garantía según tamaño de empresa e interés entre el 1-1,46% para PYMEs y 2-2,12% para empresas grandes. 3) Sindicados para gran empresa, con ticket público mínimo de 25 Millones €, plazo hasta 6 años, 80% de garantía sobre el total del sindicado e interés libre. 4) Para start-ups y pequeña empresa tecnológica, equity y mezzanine, hasta el 70% de lo aportado por promotores.

Para la mediana y gran empresa estratégica crea un Fondo de Estabilización. El concepto de “estratégico” está relacionado con la protección de las empresas frente adquisiciones hostiles, mantenimiento de las cadenas de valor y de la competencia, o sectores claves para la economía nacional y el empleo. Contempla dos fondos: 1) Fondo de Recapitalización de €100 mil millones para inversiones en equity y quasi-equity, con preferencia por esta última, reservando las inversiones “a riesgo y ventura” a participaciones particularmente estratégicas, y 2) Fondo de Garantías Directas del Estado de €400 mil millones para refinanciaciones de deuda de grandes empresas (aún no operativo). Adicionalmente, el Escudo alemán habilita otros €100 mil millones para reforzar cualquier instrumento en caso de necesidad.

* Artículo de opinión publicado originalmente en el diario La Vanguardia, el 17 de mayo de 2020.